lunes, 25 de agosto de 2008

Engendrados

Y no hablo con palabras de desamor, de desconsuelo. Hablo callando con todo el ser. Callo las sílabas que nadie anhela oír. Construyo discursos con el cuerpo (alguno, acaso importe cuál). Desespero al leer, en otros cuerpos, artimañas; y aún así, primogénita del propio vientre, que paro de forma constante. Ardua tarea la de parirse, más aún sin haberse concebido. En extremo, sin siquiera prurito ni solicitud. Qué decir de la espera. Entre tanto parir y abortar (me) en ideas, paro unos otros… para perdernos y encontrar ahí, surgiendo de entre unas piernas, cada día, una nueva. Novísimos, entre novelas, vanguardamos estos movimientos. Será escarbando, pujando por otra estirpe, sin concebir y, más aún, sin exhalar.

25/08/08

No hay comentarios: