jueves, 31 de julio de 2008

Género, no



Alguna vez intenté escribir un cuento sobre vos. Fallé en el intento. Hoy advierto el porqué de aquel fracaso. No puedo escribirte más que en versos, en conjuntos de líneas que no llegan a ningún puerto. Los cuentos tienen final, aunque sea uno que deje libre la interpretación. Pero esto fue (es) tan inconcluso…

Esa noche glacial, fueron sólo sombra; una cómica tragedia trascendental, un empeño en sonreír al más profundo de los dramas, una forzada transformación en comedia.

Un resumen de tu vida sin mí. Exploraste mis reacciones ante tu indiferencia, estudiaste minuciosamente los gestos, las miradas, los estremecimientos.

Sin embargo, no sos cuento, sos poesía.

Sin embargo, no sos prosa, sos versos.

Sin embargo, no sos novela, sos lírica.

Sin embargo, fuiste presencia, sos escrito.

Me encargo ahora de revivirte en una gota de tinta. Me ocupo de silenciarte en una nota de sinfonía. Me desvelo en la búsqueda de perderte. Me libero de mi inconciente anhelo a través de sueños. Me encomiendo, ahora, asesinarte en esta hoja, acuchillar tu vudú, acribillar tu recuerdo.

2008

martes, 29 de julio de 2008

Compensar


Escupámosle al reloj, a la conciencia, a la precisión que adolece el espíritu, a la esclavitud que nos somete.

Escupámosle al recuerdo, al rencor, a la lluvia que nos alejó, a la nieve que estuvo y a la cicatriz que aún no sanó.

Escupámosle al ruido, a las calles de asfalto, al cielo escampando.

Saquémosle al pino sus frutos y tiremos las risas al fuego.

Pidámosle al humo que eleve con él este encuentro, que llene los cerros de incienso, de éste tan nuestro, tan mío, tan pretérito.

Absorbamos, de suelo y cimiento, alguna que otra fortaleza y transportemos con aire todos estos lamentos.

Contale, humo, a los vientos, que no tengo apuro ni pienso; sólo necesito ahogarme en ningún recuerdo.

Pedirle a los pies que estén fríos, después de ningún invierno, sabiendo. Sabiendo, por dentro, vivimos en una hoguera.

Intentemos llevarle al pueblo las citas, los triunfos, los truenos. Quedémonos en el pasto, sólo los ojos abiertos.

Enero de 2008

lunes, 21 de julio de 2008

Y un aire desairado


Y así pasa el resto.

Otro día más, gris.

Y una burbuja refleja colores

que se van extinguiendo.

Una burbuja aparentemente vacía.

Pero cuando la mirás...

se torna luna opaca.

Miedosa de que la encuentren.

Las nubes no se inmutan.

Siguen consumiendo agua y más agua,

dejan tan poco húmedo el ambiente

que cuando implotan o explotan

(qué importa eso acá),

se van llenando de la nada

que antes no tenían.

Es una burbuja,

Qué le importan las nubes.

Sin embargo, deberían, ¿no?

Quizá. Pero sólo es aire.

¿Cuánto puede afectarle que un diluvio

(parte de sí) se deshaga, y vaya

conformando una realidad que ya no existe?

Sí. Tampoco está renegrido el cielo, sólo gris.

Se tiñe así para crearte esperanzas, te engaña.

Pensá que va a mejorar, delirá.

Total... qué cuesta…

Hay posibilidades todavía de que cuando llueva,

la tierra absorba el agua y ya no vuelva al ciclo;

las nubes blancas se descubran aire,

(ése, que alimentará el celeste que todos anhelan).

Sí, sí. Quizás... algún día...

02/11/05

Sustantivos propios


Me fascina inventar nombres cuando conozco a alguien, jugar a ser otra. A veces quisiera ser hombre, idear historias extravagantes, imponer respeto con la mirada.

Hoy me llamaría Antonia, no sé la causa, sólo así apetece. Ayer era Anacleta , quizá mañana sea Romualda. No sigue ningún hilo lógico, menos una cronología, es únicamente a antojo.

Piso el mismo suelo que miles de nombres, utilizo el asiento de colectivo que cuántos cuerpos habrán tocado. Cuántos Eugenios, Heráclitos, Leopoldos, Pancracias, Rigobertas, Cletos habré cruzado en alguna calle… Pertenecer a una raza, a todas esas razas únicas con las que topo constantemente.

Que la piel mute, se extinga arrugada, agriete, perpetúe en los años, la indefinible e inconmensurable cantidad de años que agrupa la población con la que convivo paso a paso. Podría convertirme en lo más anciano y múltiple que jamás haya pisado esta tierra.

Marzo de 2008

Oníricas

“Soñaba en colores y me sentaba en la cama para ver mis sueños”*.

Algunos eran grises, mojados. Sí, mojados… por la humedad. Un descuido, lo admito, a veces no regulo lo imprescindible. Otros eran en invernaderos, verdes y morados. Quizás uno azul, manchado de tinta, como cuando escribía con la pluma, allá, en segundo grado. Unos insignificantes eran amarillos, papiros antiguos. Escritos con letra gótica, decorados con memorias.

Pero los más importantes eran rojos. Con ellos no soñaba, me internaba en el cielo, me hundía en él como en un orgasmo, sintiéndome viva. Más viva que nunca. Y encerraban deseos, sentires, palabras mudas y un centenar de heridas producidas por el mismo rojo. Rojo de pasión, de sangre que sangraban las heridas.

El de aquel día era distinto. No era mi rojo pasionado. No era verde, morado, gris ni amarillo. Era arcoiris con franjas, soles y tormentas. Una de esas tormentas blancas resucitada de sequías. Ésta escondía algo. Llevaba presa en una gota toda mi historia. Presa e impresa, en un gota de cristal. En la gota, yo. Y sueños con títeres y marionetas. Pero en mi mano, una rosa seca. De sueños secos. Como los desiertos. Desiertos egipcios, arenas y pirámides. Una gota en el desierto. Una tan seca que humedeció el desierto. Y lo inundó de sueños. Claros y oscuros, beiges y negros. Azabache como mis negritos del África, a los que les sangraba el alma, se desangraban dejando huellas rojas. Como la rosa, seca. Secó océanos profundos. Navegué por el Atlántico, a la deriva. Llegué a América. Ahora verdes del Amazonas y madera, color selva. Salvaje y sempiterna.

Súbitamente una lanza selvática, americana, atraviesa mis sueños. Rojo. Esta vez otro rojo. Otro rojo en las sábanas de mi cama, donde soñaba en colores, sentada para ver mis sueños. Y cae una rosa roja al piso, seca de sueños, vacía y despierta.

*Tomado de Javier Villafañe del cuento “Soñar en colores”

25/08/05

domingo, 20 de julio de 2008

Somos



“Me moldeó muchas caras esta sumisa piel […]”

(OLGA OROZCO: “Los reflejos infieles”)

Sos tan adulto cuando se trata de nosotros. Simple, lineal, rutinario.

Yo chiquita, ciclotímica. No soy y soy, un algo, completamente… No.

Sos un nene, a veces crecés y volvés inmaduro a mí, a jugarme, a pelearme.

Yo muy seria, indignada, regaño tu niñez.

Sos tan indiferente cuando se trata de nosotros. Distraído y ocupado en tu labor.

Yo esperando, quieta y sensible.

Sos tan ingenuo cuando se trata de nosotros. Desgarrado totalmente y obstruida tu mirada.

Yo inmutable, quieta y perversa.
Fuimos.
Pero no somos.
Somos lo que serás vos.
Somos lo que seré yo.

Sólo sos vos.

Sólo soy yo.

Solos.

17/12/05

Comisura


Es la mitad izquierda de tu labio inferior, la que me extravía, la que me pierde junto con tu mejilla. Enloquezco cuando no existen más centímetros de distancia entre tu boca y la mía. Los contornos mimetizados. El ángulo perfecto.

La mitad izquierda de tu labio inferior me fascina, como la imagen que espío cuando no debo, la tentadora imagen de tu comisura enredada con mis dientes. O la sequedad de boca, con las palabras vanas pronunciadas. Y es que si te dieras cuenta de la necesidad nula del discurso. Ya sé lo que dirás, ya sé lo que contestarás cuando hable. Pero así y todo, son los contornos de tu boca y el desierto enmudecido que me incita a humectarlos, a sentir correr un arroyo, como oasis en tus fauces.

2006

Desnudarme, de vos


Cuándo terminaré de desnudarme de vos

cuándo mis entrañas dejarán de azotarme,

de recordar culpas ilusorias.

Cuándo podré reinventar intereses,

fingidos paisajes abarrotados de juventud.

Y de nosotros solos y tan solos

que ni siquiera necesitábamos a uno mismo

para completar los espacios.

Si te hubiese podido decir,

si te hubiese vomitado a la hora justa,

aunque siempre lo hago más tarde.

Por qué será que el tiempo me persigue,

me inculpa, me cubre de soledad.

No estarás escribiendo como yo,

pero anoche, anoche… eras vos, lo sé.

Y ahora, en un escrito más en el cual estás,

me pregunto si no habré mentido al creer

todo lo que había asegurado.

Siempre es tan tarde.

Estoy vieja y alejada de mí,

me es imposible responder.

Podrás responder…

2007

Sobre un crepúsculo y una infancia

Cuando intente abrir los ojos, el vacío caerá sobre mí como una tormenta helada, no seré más que cenizas. Pero mientras tanto, seguiré desnuda, sumergida en este cementerio de hojas, sintiendo cómo la vida me pasa por un costado sin dar cuentas ni excusas. Sólo me deja envejecer mirando al cielo, cuestionándome sobre tanto y deseando respuestas sin contestaciones. Que nunca acudirán, lo sé. Y temo moverme pues cuando lo haga, más rápido pasará el tiempo viendo cómo mi cuerpo se vuelve papiro. Prefiero seguir así, observando las nubes viajar, trasladando con ellas sueños y esperanzas de infantes que aún no han perdido su inocente ilusión. Ver sus alegres felicidades reflejadas en esponjosas imágenes, puras sobre el cálido crepúsculo que va bajando sobre mí. No me aplastará, lo sé. Pero me resulta inevitable hundirme aún más, convertirme en más pequeña, mientras el sol va atrayendo ese azul ennegrecido que tiñe el cielo y enciende las estrellas, ahuyentando a un anaranjado rosáceo que matiza el campo con su pincel natural.

Esperaré, esperaré que el alba se entone del color del infinito, trayéndome sueños, devolviéndome a la chiquilla que tanto añoro, esa niña que perdí sin darme cuenta y que con tanto dolor enterré en mí pensando que al crecer sería más libre, olvidando que lo fui, mas con las responsabilidades malgasté la libertad. De nada me sirve estar atada a este mundo si podría volar sin siquiera recuerdos ni vestigios de lo que algún día fui y no quiero volver a ser.

Sólo la noche, con su tímida brisa primaveral que se deposita sobre mí, sabe lo que siento. Y el alma vaga, con la corriente, seguirá buscando todo ese mundo que ni siquiera existirá jamás.

Pareciese que el fuego de la tierra me absorbiera a sus entrañas, sin lugar a escape, sin rumbo ni ganas. Me dejaré caer al centro de esta llama inapagable, quizás así sea mejor, el calor y las flamas apaguen las penas que me ahogan y me acabe de consumir totalmente.

Todas las palabras que nunca pude decir, se fundirán formando un único vocablo, imposible de descifrar.

Y el murmullo de la ausencia y el silencio en la presencia, harán que mi ser se sienta tan cargado de nada, con un peso insostenible que me derrumbará, dejando ojos sin brillo de vida, labios secos tan llenos de palabras que se disipan ahogadas, encerradas en el interior. Abro la boca, lo único que logro es engañar al cuerpo, invadiendo mis pulmones de aire, porque las letras se espacian aún más, desmoronando cada frase, desmembrando cada oración.

Los acordes de mis cuerdas vocales han de escapar una melodía muda, cuyo compás mece este mundo, conforma una canción con sentido perdido, el acompañamiento invisible ondeará los oídos, cosquilleando en el pecho, trazando la derrota de la vida.

02/06/04

Aberración



Entre quijotes y sanchos

inquiero en la grieta/esencia,

trazo un estilo de silueta

que materializa mi demencia.

Y así, cual nada pasara,

bifurcando cuerpo y mente,

ya no hay quijotes ni sanchos,

no tengo realidad permanente.

Un aire de sensata mesura,

perturba mi habitual delirio.

La luna en caída libre,

pierde todo, todo equilibrio.

23/10/05

martes, 8 de julio de 2008

Otros parámetros


Pretendo imaginar una poética más allá de las gramáticas, más allá de las letras, más allá de las palabras. Una prosa que exprese no ideas, no argumentos, no pretextos. Un escrito que abarque todos esos espacios que nadie llena, que a nadie importan. Una novela sin protagonista, sin drama. Una dramaturgia sin escenario, sin personajes, sin peripecias. Un ensayo sin hipótesis, sin conclusión. Un libro sin páginas, ni portada.

Mi pretensión es idealista, mi deseo una utopía, mi querencia un imposible.

Quiero un mundo sin bibliotecas. Porque el mundo debe ser biblioteca. Porque las personas deben ser personajes. Porque la sociedad debe ser marco. Porque las circunstancias deben ser tramas. Porque los hechos deben ser peripecias. Porque la naturaleza debe ser escenario. Porque los árboles con hojas deben ser páginas. Porque los dramas deben ser comedias. Porque las risas deben ser hipótesis. Porque el placer debe ser la portada. Porque vivir debe ser conclusión.

08/07/08

miércoles, 2 de julio de 2008

Inventamos


Sacamos a pasear la esquizofrenia

Disfrazamos con ironías los tormentos

Embellecemos la hipocresía con abrazos

Comerciamos la amistad en una feria

Pisoteamos las figuras de inmundicia

Predicamos a ambos lados nuestro arte

Encontramos tantas formas de no encontrarte

Perdonamos y admiramos la miseria

Absorbemos personajes de otra historia

Pretendemos ser piezas de estos textos

Inventamos y creamos instrumentos

Olvidamos conservar nuestra memoria

marzo de 2008