Y me pregunto, hoy y una vez más, ante todos, ante esta pantalla aborrecible: qué he de plantear ante los impulsos tan salvajes, la conciencia tan perdida, la vista tan borroneada, el espíritu pisoteado. Y me pregunto, hoy y una vez más, ante todos, ante esta pantalla aborrecible: a qué recurrir cuando ya no hay emociones, cuando solo queda en algún rincón escondido, un vestigio olvidado de todo lo que pudimos haber sido. Ante la humanidad me cuestiono los orígenes de esta pereza arraigada a los huesos, de esta apatía galopante entre noches y mañanas absurdas, de esta insignificante agonía perpetua, de este rechazo inherente a la raza (humana), de esta pérdida progresiva, aniquilante de algún instinto de conservación.
Pisoteado, sí.
Aunque debería ser un signo abierto
¿
Así, sin cerrar
No espero respuesta
Pues sé que no la hay
21/09/08
No hay comentarios:
Publicar un comentario