lunes, 21 de julio de 2008

Y un aire desairado


Y así pasa el resto.

Otro día más, gris.

Y una burbuja refleja colores

que se van extinguiendo.

Una burbuja aparentemente vacía.

Pero cuando la mirás...

se torna luna opaca.

Miedosa de que la encuentren.

Las nubes no se inmutan.

Siguen consumiendo agua y más agua,

dejan tan poco húmedo el ambiente

que cuando implotan o explotan

(qué importa eso acá),

se van llenando de la nada

que antes no tenían.

Es una burbuja,

Qué le importan las nubes.

Sin embargo, deberían, ¿no?

Quizá. Pero sólo es aire.

¿Cuánto puede afectarle que un diluvio

(parte de sí) se deshaga, y vaya

conformando una realidad que ya no existe?

Sí. Tampoco está renegrido el cielo, sólo gris.

Se tiñe así para crearte esperanzas, te engaña.

Pensá que va a mejorar, delirá.

Total... qué cuesta…

Hay posibilidades todavía de que cuando llueva,

la tierra absorba el agua y ya no vuelva al ciclo;

las nubes blancas se descubran aire,

(ése, que alimentará el celeste que todos anhelan).

Sí, sí. Quizás... algún día...

02/11/05

No hay comentarios: