viernes, 25 de abril de 2008

Olivia


Gentío revolucionado. Olivia estaba entre ellos y se sentía realmente a gusto. Le generaban la necesidad de correr desnuda y exigirles, suplicarles que la tocaran, que le hiciesen el amor con la mirada, que la desearan hasta odiarse por no poder controlar los impulsos. En su mente (o quién sabe si no fue así en verdad) con tal de satisfacer lo que hubiesen querido hacerle, no les quedó otra opción que masturbarse unos a otros. Sin importar el tipo de sexualidad que tuvieran en un principio. Ahora todo giraba en torno a Olivia.

[Y es que así se desarrolla el mundo, en torno a Olivia. No hay otra manera de funcionamiento en él.]

Se imaginó en un dique, con dientes macizos y un pelaje nada suave. Fue la copa de un pino, o quizá fue un ombú.

Transformóse en ardilla, serpiente y espantapájaros. Y espantó pájaros. Si lo habrá hecho… Es que quién mejor para instigar a huída de cuervos o gorriones, que Olivia.

Todos lo sabían, Olivia es y fue el común a todo. No exagero al utilizar términos tan globalizadores, pues así me lo contó ella. Y quién dudaría de su palabra. Ay de quien se atreva en mi presencia.

Se detuvo junto a mí y me exigió que introdujera el meñique de mi pie izquierdo en su boca. Claro que me dio tal desagrado que mi respuesta surgió de lo más profundo del estómago hasta fenecer lentamente en la garganta. Por supuesto que obedecí, quién no lo haría ante esa voz ronca y gestada entre ironías floreadas.

Se levantó sobre los hombros de aquel extraño que le estaba dando el mejor sexo y bastó con que emitiera una aclaración de garganta para que la muchedumbre cesara toda labor y quedara perpleja, admirando su pelvis inmaculada, su voz irritantemente sensual, sus caderas deformes e insulsas.

Allí estaba yo, esperando que Olivia me diera la explicación correspondiente a ese acto. Pero como era de esperar, me produjo un orgasmo en virtud de que su lengua raspaba cada grieta de la huella digital de mi meñique izquierdo. Continuó el ritual hasta conocerlo de memoria.

No recuerdo haber sentido más placer y gratitud.

2007

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