viernes, 25 de abril de 2008

Pretérito imperfecto



Hay una sola forma de evitar el contacto con estas sensaciones, y es vivir en el pasado. Pero no en cualquier pasado, en el pretérito, en ese pretérito imperfecto.

Tenga el lector mucho recaudo de no confundir la perfección de mi pretérito imperfecto. No es que fuera imperfecto, sino que era perfectamente imperfecto. Cómo explicarlo… Si en cuanto a competencia lingüística o gramatical se tratase, daría por sentado que usted sabría. Mas no voy a caer en obviedades, las cosas deben decirse.

Mi pretérito perfectamente imperfecto era una perfección continua, sin comienzo ni fin. Pues bien, de eso se trataba.

Hoy se vive con un gran esfuerzo por evitar ser capturado por ese pretérito, por conjurar un futuro compuesto perfectamente. Los pluscuamperfectos son un gran engaño, simulan haber vivido con anterioridad y por eso se estiman superiores. Ni hablar de que el presente es el más aburrido de estos imperfectos tiempos verbales. Y con verbales me refiero al Verbo, a la palabra, a la persona, a la no persona, al diálogo de aquel pretérito.

Ahora no sé si perfecto o no; pero lo que sé es que fue, y ya no es. Había sido, habrá sido, pero ya no está siendo. Era, y ya no será.

25/04/08

2 comentarios:

Amilcar Garcia dijo...

Saludos!: Por esto amo las ruinas.Ellas son irreversiblemente perfectas. Son un monumento al pasado...Buen blog! Regresare a menudo! Saludos desde Puerto Rico!

César dijo...

Agradable analogia...